domingo, 10 de junio de 2012

ORIGEN

[ 1 ]
Salgo del agua. Estoy mojada, muy mojada y una humedad penetrante me rodea y se cala hasta mis huesos. Siento como las gotas se deslizan por mi piel y caen al suelo, produciendo un sonido regular y continuo. Mi pelo se apoya en el hombro, dejándose caer lacio y pesado hacia abajo. Empiezo a avanzar por la dura madera del suelo que recubre el muelle, el puente en el que me encuentro subida y camino por él. Pero de pronto me invade una necesidad acuciante de parar, dejar atrás el camino que acabo de emprender y volverme a sumergir para sentir de nuevo esa sensación de estar flotando, de haber cambiado de mundo, de ser otra persona. Y por una milésima de segundo, tomo la decisión de hacerlo y no volver para tomar aire de nuevo, nunca. Aunque hay algo que me lo impide, un pequeño ángel de la guarda o uno de los malos, según se mire, que hace que mis pensamientos tomen otra dirección y mis ojos desvíen su atención a mis pies, con arrepentimiento. Y ahí veo, marcadas con un contorno perfecto, mis huellas; la forma de mis pies dibujadas con agua, oscureciendo el marrón que está bajo mi cuerpo. Destacan las uñas, pintadas con un rojo intenso y brillante que me recuerda al color de la sangre, como la que caía de sus heridas y lo dejaban malherido y demacrado por el dolor.. Entonces un fuego lleno de rabia, distinto al que estaba acostumbrada, penetra en mis venas y me quema por dentro, activando la parte de mi cerebro que odia sufrir y no quiere volver a tener sensaciones como aquella. Decido en ese momento que quiero recordar, volver a ver las imágenes de mi historia dentro de mi cabeza una y otra y otra y todas las veces que haga falta hasta que me acostumbre a ellas, o incluso las aborrezca, dejándolas apartadas para siempre. Voy a volver a vivir el origen de mi vida actual, y lo superaré, cueste lo que cueste. Suspiro y reemprendo la marcha, en dirección a todo lo que guarde alguna relación conmigo. Empieza la aventura.

1 comentario: