viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Quién soy?

Soy esas mariposas que te recorren el estómago y te obligan a sonreír.
Soy ese brillo en lo más profundo de tus ojos que intentas esconder.
Soy ese pestañeo y el rubor que se dibuja en tus mejillas.
Soy el rápido palpitar de tu corazón.
Soy la respiración que contienes cuando lo ves aparecer.
Soy las lágrimas que derramaste pensando que nunca sentiría lo mismo.
Soy la almohada que las recibía.
Soy el precioso conjunto que llevabas en la primera cita.
Soy la película que siempre quisiste ver a su lado.
Soy ese sueño que siempre has querido hacer realidad.
Soy ese recuerdo que conservas bajo llave en tu memoria.
Soy el corazón de la esquina de tu agenda.
Soy el pintalabios rojos que llevabas cuando lo ibas a ver.
Soy el deseo que lleva su nombre.
Soy un nombre en un papel quemado.
Soy una llama que te recorre y te quema, pero te mantiene viva.
Soy aquello por lo que luchas, y aquello por lo que estarías dispuesta a darlo todo.
Soy la más alta torre, del más recóndito castillo.
Soy el dragón que custodia lo que hay allí.
Soy el amor que guardas encerrado.
Soy los secretos que no dijiste por miedo.
Soy el miedo en sí.
Soy la estrella que pensaste que brillaba tanto como él.
Soy el susurro de tu amiga al verlo pasar.
Soy el mechón de pelo que tocas cuando está cerca tuya.
Soy la colonia que te echas porque sabes que le gusta.
Soy sus ojos reflejados en los tuyos.
Soy la brisa de aire que se agita cuando lo ves.
Soy tu corazón.
Soy tu mente.
Soy la pelea que mantienen.
Soy el sí.
Soy el no.
Soy el quizás.
Soy el "mejor no".
Soy el "pero y si..."
Soy nada y soy todo.
Soy amor, soy odio, soy ignorancia, soy felicidad, soy tristeza, soy la sangre que pasea por tus venas y soy el aire de tus pulmones, soy fuerza y soy debilidad.
Soy, porque siento, ¿y tú, eres o solo existes?

jueves, 18 de octubre de 2012

Fact-Fiction

Soñamos con soñar sueños más grandes.
Páginas en blanco. Tinta derrochada. Bolas de papel. Suspiros lanzados a un frío aire de invierno. Calor repartido en abrazos. Ideas desaparecidas. Locuras en la cama. Sábanas que perdían su color con cada lavado. Llamas de pasión que se reavivaban con besos. Caricias que producían terremotos en el corazón. Mariposas que revoloteaban dentro de un estómago vacío con tan solo una mirada. Hielo derretido, comida fría. Gritos, cojines arrojados, jarrones derribados; flores muertas... ¿Dónde quedó todo aquello formada por ladrillos de confianza?
[Se lo llevaron los secretos, las mentiras, los errores, el orgullo nos ganó la partida y la jugada]
¿Qué nos llevó a deshacer el tiempo y volver al odio, qué nos llevo a deshacer el amor? ¿Por qué tuvimos que abandonar a su suerte nuestros recuerdos? Pueden encontrarse con el olvido y que todo acabe blanco y negro...



viernes, 12 de octubre de 2012

"El regreso de las sonrisas."

"Vengo a decirte que me equivoqué, que cometí el peor error, pero que quiero recuperarte. Eras especial, única, increíble, sincera, brillante... Allá donde fuera, tú me acompañabas, iluminando todo aquello a lo que mi débil corazón se aferrara. Cada vez que te veía, me hacías sentir diferente por tenerte, más fuerte, poderosa, capaz de derribar toda barrera que se interpusiera en mi camino. Y por una simple equivocación, poco más que un error para el olvido, te fuiste. Desapareciste sin dejar más rastro que el recuerdo de ese dolor de mejillas, o el cosquilleo en el estómago de una felicidad imposible de ignorar. Pero vuelvo a estar preparada para ti. 
Así que dime, sonrisa, ¿estarías dispuesta a volver a mis labios si prometo no más lágrimas?"

jueves, 6 de septiembre de 2012

"La frustración pone las lágrimas en los ojos, el dolor las deja caer."

Tuvimos nuestro momento, creamos nuestros recuerdos. Hicimos nuestra amistad, resurgimos de las cenizas de nuestro dolor. Nos mantuvimos con la cabeza alta, con nuestros pequeños pies fijos en el suelo. Permanecimos ahí, juntas, inseparables, indomables por el cruel mundo que nos rodeaba. Risas, lágrimas impedidas, conversaciones a altas horas de la noche, madrugadas hablando, abrazos de reencuentro, miradas que lo decían todo sin decir. Rabia, furia retenida, palabras frías que calmaban el fuego de los errores. Pero astillas de mentiras y secretos se colaron en nuestra pequeña gran cosa, se clavaron en nuestras manos unidas por tantos segundos vividos. Durante un instante que durará la eternidad paramos el tiempo, ¿lo recuerdas? Valió la pena la difícil subida, imposible para algunos que nunca llegaron tan lejos como nosotras lo hicimos. El verde de la esperanza nos rodeaba, y la sensación de que sería infinito nos invadía. Una suave brisa de felicidad golpeó la joven tez de nuestras caras, dibujando una sonrisa en ella. Imposible de olvidar, al menos para mí. 
Con el paso de los años se aprende que las personas cambian, pero afortunadamente los recuerdos no lo hacen. El viaje que emprendimos juntas y que ambas sabemos que aquí ha acabado siempre permanecerá en mi memoria, anclándome a aquello que realmente importa. Anclándome a ti y a todo lo que un día significaste. Espero que no sea un adiós, sino solo un hasta luego; porque las grandes amistades, no desaparecen por muy débil que parezca el hilo que las une.  

domingo, 12 de agosto de 2012

Increíble, ¿no?

¿Qué tienen en común el suave aleteo de una inocente mariposa, una chispa desprendida del roce de dos piedras y una mirada? Que los tres pueden provocar grandes cosas desde ínfimos principios.
Dicen que cuando una mariposa bate sus alas, en el otro lado del mundo se crea un huracán.
Han demostrado que cuando esas dos superficies se tocan de una forma especial, el resultado de ese pequeño gesto puede llegar a incendiar todo el bosque del que provienen.
Y cuando dos ojos se encuentran, y el destino les tiene preparados un plan especial, puede suceder que aparezca el amor... Y no hay nada más grande que eso.
Ese sencillo y primer momento en el que las pupilas de uno miran a las del otro, sin importar si es chico o chica, sin importar la edad, sin importar las diferencias; simplemente iris contra iris, color contra color, corazón contra corazón, mente contra todo lo anterior.
A veces la llama no quema el interior de la persona desde el mismo principio, en muchas ocasiones se mantiene cautiva en una caja de metal infundible. Pero siempre hay un defecto de fabricación que permite a un poro abrirse, y dejar que el oxígeno que necesita para crecer llegue a ella, formado por miradas, sonrisas, dulces palabras, suaves caricias...
Y entonces todo explota. El metal que recubre el amor desaparece y este se expande por cada vena del cuerpo, por cada arteria, por cada célula. Y las neuronas están cada vez más enfadadas, porque el corazón late demasiado deprisa cuando sus ojos aparecen, o su olor es captado por la nariz, y si el sabor de sus labios es percibido incluso llega a pararse de la emoción; pero ellas lo saben, están seguras de que tras toda esa felicidad hay algo de sufrimiento, y lo advierten, pero ni el estómago las escucha, con todas esas mariposas revoloteando a su alrededor.
Y ese es el amor, único, especial, infantil, cambiante, irregular, sencillo, complejo, intranquilo, curioso, perfectamente imperfecto... Con sus miradas que provocan llamas y transportan mariposas a la barriga, con las consecuencias de las tres cosas, con su relación, con su amistad, con su juego de conexiones entre ellas...
¿Curioso, verdad?

sábado, 21 de julio de 2012

ORIGEN

[4]
Me mira con sus ojos color cielo y el ceño fruncido, mostrando la preocupación que antes nunca aparecía por su rostro. Entonces desciende su cara y se gira, poniendo en funcionamiento el tocadiscos que tanto tiempo atrás había reproducido la melodía de nuestra canción. Summer Girl empieza a sonar, con los acordes que relatan la historia de lo que él y yo vivimos.
-¿Cuál es tu nombre?
-A ti no te importa pirado. Anda, vete por ahí con alguna de las rubias. Mira, una de ellas te ha echado el ojo. Es guapa, detrás la tienes. Adiós.
-Eh, que a mi me gustan las morenas. Además, que yo no quiero una tía de esas. Yo soy un príncipe y busco una princesa, ¿estarías dispuesta? 
Pienso en cómo me fue imposible resistirme, evitar caer en sus redes. Y tiempo después, tras muchos meses, le fallé. No estuve ahí para él, como me hubiera necesitado. Y lo perdí, desaparecido para siempre, alejado de mi lado, fuera de mis brazos... Y todo por mi culpa. Los ojos se me emborronan y me acuerdo de mi decisión. Me obligo a retener las lágrimas y vuelven a mi interior como fuego extraído directamente del núcleo terrestre, abrasándome por dentro. Me levanto de la cama en la que me hallo tumbada y me acerco al reproductor. Continúa girando, pero las notas no se desprenden ya de él. Lo muevo y vuelve a sonar la canción que tanto evoca en mí. Bajo los párpados y nuestra historia reaparece en mi memoria como si hubiera llamado a un perro fiel. Y cuando la luz vuelve a penetrar por mis pupilas, veo la carta con mi nombre escrito en ella, de su puño y letra. La cojo con la mano temblorosa y cuando me la acerco al corazón, me derrumbo en un llanto de dolor.

lunes, 9 de julio de 2012

Infinite.

-¿Crees que lo nuestro acabará bien? - Dijo con un susurro, como el aleteo de un insecto.
Él la miró, como solía hacer cuando se comportaba de esa forma. Sus ojos azules penetraron en el interior del caramelo de los de ella, derritiéndolos y haciendo que una lágrima cayera por su sonrosada mejilla. Extendió su mano hacia ella, borrando todo rastro de agua que quedara en su blanquecina tez. Levantó la comisura de sus labios, dibujando una suave y triste sonrisa en su cara y cerrando los ojos al contacto de la mano de él. Una ráfaga de viento se levantó entre ellos, como si el destino los quisiera separar, como si estar juntos fuera un error. Entonces ambos se volvieron a mirar y lentamente se acercaron. Apenas un milímetro los separaba, sus párpados casi caídos del todo, y él murmuró:
-No, porque nunca va a acabar. -Y la besó.
Al contacto de sus labios un fuego abrasador y reconfortante los recorrió a ambos, dejando atrás toda preocupación. Hizo desaparecer el mundo y solo dejó a su alrededor el ruido del movimiento de las copas de los árboles, que no consiguieron silenciar los acompasados latidos de sus corazones.

miércoles, 27 de junio de 2012

ORIGEN

[3]
Corro hacia él con una sonrisa dibujada en mi cara. Y ahí está, esperándome con los brazos abiertos para encerrarme en ellos y no dejarme salir nunca. Puedo sentir su calor, recorriendo mi cuerpo como si del agua de una cascada se tratara. Apoyo mi cabeza en su pecho y aguanto la respiración para escuchar los latidos de su palpitante corazón. Y entonces se apodera de mis oídos el silencio. Lo único que capto es el sonido de gotas al caer al suelo que pisan mis pies. Con un mal presentimiento y una sensación de malestar, bajo la mirada y encuentro un charco de color rojo rodeándonos. Un terror inconfesable inunda mis venas y me paraliza. Sin quererlo y por obligación alzó la cabeza, para observar como sostengo un cuchillo en la mano y está clavado en su estómago. Con una mano temblorosa lo saco y veo que estoy recubierta de sangre, su sangre, y que yo lo he matado. Busco en la oscuridad que ahora nos rodea sus preciosos ojos color miel y solo encuentro vacío; pero un susurro inunda la habitación y, tras segundos de un dolor indescriptible en mi interior, lo entiendo.
          Tú me has matado. Es tu culpa. Sufre. Paga las consecuencias. Asesina...
Volver a escuchar su melodiosa voz me paraliza. Las lágrimas descienden por mis mejillas sin pausa, a un ritmo acelerado y enrojecen mis ojos. Pasa tiempo, mucho tiempo. Sigo ahí parada, sin poder moverme y con el corazón ardiendo, cuando fuego del color de la sangre me inunda. Entonces grito, con todas mis fuerzas. Expreso mi dolor en un solo sonido agudo y penetrante que me hace abrir los ojos y encontrarme en una habitación, su habitación. Observo los libros, apilados en las estanterías sin orden aparente, y me embriaga el olor a madera y a papel. A través de la ventana se puede ver los tejados nevados como la primera vez que estuve allí. Una tímida sonrisa aparece en mis labios al recordarlo y me sobresalto al escuchar la puerta, con su característico chirriar. Me encuentro con sus ojos, pero no es él.

miércoles, 20 de junio de 2012

ORIGEN

[2]
El frío me congela las piernas y me produce dolor, pero estoy decidida y nada me va a hacer cesar en  mi empeño. Avanzo cada vez con más dificultad, la parte de abajo de mi cuerpo empieza a adormecerse y las fuerzas para continuar van desapareciendo. El tiempo parecer pasar con más lentitud que nunca y mi vista se nubla, enturbiando el camino. Ya no siento los dedos y el cansancio acude a mí como si hubiera recibido una llamada que nadie ha realizado. Se me cierran los ojos, sería tan fácil dejarse llevar y soñar... Pero hay algo que me dice que hacerlo solo me llevaría al mismo destino en el que él acabó. Entonces alzo la vista y me fijo en el lugar por el que voy dando los pasos. Ahí está, como cuando ambos, juntos, lo recorrimos por primera vez. El mismo color blanco nieve que lo recubre, la sombra de los mismos árboles que se mecen suavemente con la brisa, el mismo aroma a frío y a invierno que lo invade todo, pero ya no está ese sentimiento de calidez que me proporcionaba. Ahora continúo por mi, por recuperar la voz que quedó enterrado al igual que su cuerpo. Sin previo aviso, mis piernas tiemblan y no pueden aguantar mi peso. Caigo a la nieve como si de papel sujetando una piedra me tratara y, por mucho que lo intento, no consigo levantarme. "Si quieres, puedes" me digo a mí misma una y otra vez, pero apenas siento mi cuerpo. La cabeza me da vueltas y veo su sonrisa, intento llamarlo pero no se escucha más que el ruido de las hojas al ser golpeadas por el viento. No me quedan fuerzas para mantener los ojos abiertos, y decido dejar caer mis párpados. El mundo de mi alrededor se vuelve negro, oscuro, apagado, triste. Pienso que todo está perdido, que no voy a seguir adelante, que mi esfuerzo no ha valido la pena. Derramo una lágrima, de las que tenía prohibidas dejar caer, y un calor abrasador inunda mi pecho. Tonta, estúpida, inútil, ¿por qué lo has hecho? Y mientras todos estos pensamientos bombardean mi mente, noto la temperatura corporal de alguien a mi lado, alguien que me rodea con sus brazos y me levanta del suelo en el que me encuentro. Un pequeño terror se apodera de mi, intento revolverme y escapar, pero por un momento olvido que no puedo moverme y solo el hecho de intentarlo me produce dolor. Decido dejar de pelear por unos instantes y relajarme. Segundos antes no tenía la certeza de que, al despertar, iba a poder ver el mundo en el que llevo más de 18 años, así que, ahora que puede que esté a salvo, me dejo llevar. Cuando despierte lucharé, pero hay veces que tenemos que saber cuando aparcar la batalla y dedicarnos a descansar.

domingo, 10 de junio de 2012

ORIGEN

[ 1 ]
Salgo del agua. Estoy mojada, muy mojada y una humedad penetrante me rodea y se cala hasta mis huesos. Siento como las gotas se deslizan por mi piel y caen al suelo, produciendo un sonido regular y continuo. Mi pelo se apoya en el hombro, dejándose caer lacio y pesado hacia abajo. Empiezo a avanzar por la dura madera del suelo que recubre el muelle, el puente en el que me encuentro subida y camino por él. Pero de pronto me invade una necesidad acuciante de parar, dejar atrás el camino que acabo de emprender y volverme a sumergir para sentir de nuevo esa sensación de estar flotando, de haber cambiado de mundo, de ser otra persona. Y por una milésima de segundo, tomo la decisión de hacerlo y no volver para tomar aire de nuevo, nunca. Aunque hay algo que me lo impide, un pequeño ángel de la guarda o uno de los malos, según se mire, que hace que mis pensamientos tomen otra dirección y mis ojos desvíen su atención a mis pies, con arrepentimiento. Y ahí veo, marcadas con un contorno perfecto, mis huellas; la forma de mis pies dibujadas con agua, oscureciendo el marrón que está bajo mi cuerpo. Destacan las uñas, pintadas con un rojo intenso y brillante que me recuerda al color de la sangre, como la que caía de sus heridas y lo dejaban malherido y demacrado por el dolor.. Entonces un fuego lleno de rabia, distinto al que estaba acostumbrada, penetra en mis venas y me quema por dentro, activando la parte de mi cerebro que odia sufrir y no quiere volver a tener sensaciones como aquella. Decido en ese momento que quiero recordar, volver a ver las imágenes de mi historia dentro de mi cabeza una y otra y otra y todas las veces que haga falta hasta que me acostumbre a ellas, o incluso las aborrezca, dejándolas apartadas para siempre. Voy a volver a vivir el origen de mi vida actual, y lo superaré, cueste lo que cueste. Suspiro y reemprendo la marcha, en dirección a todo lo que guarde alguna relación conmigo. Empieza la aventura.

jueves, 17 de mayo de 2012

Summer of 69'

¿Alguna vez, durante todo el invierno, la primavera y el otoño, te has parado a  pensar en nuestro amor de verano? Sí, ese que empezó como un juego de niños y acabó siendo un mar de lágrimas, como en el que nos bañábamos desnudos solo en compañía de la luna. La única que vio como nos fundíamos en besos hasta el amanecer, en los que disfrutábamos el uno del otro abrazados en la arena. La misma que nos sirvió de cama cuando nuestros balcones habían sido cerrados por dentro y solo nos quedaban dos toallas con las que taparnos. Las cuales nos cubrían del viento frío que azotaba la húmeda noche de aquella playa en mitad de ninguna parte, produciendo un sonido suave y relajante que se juntaba con tu respiración y los latidos de tu corazón. El mismo que durante esos tres meses de buen tiempo y calor abrasador eran mi tesoro más preciado; algo imposible de regalar o dejar de querer, más valioso que el oro y mucho más brillante que un diamante. Y nada como tu sonrisa, esa que me hacía a mi feliz y que nos adentraba en un bucle de increíbles sentimientos alegres y reconfortantes, añadidos a la seguridad que me daban tus brazos. Por todo eso y más, mucho más, yo he pensado cada día en ti. En esos pequeños segundos que nuestras miradas se encontraban y conseguías hacer que levantara la comisura de los labios sin razón aparente. Recordando cada momento en el que no importaba más que tú y el roce de tus labios, con ese suave tacto que me hacía desearlos cada vez con más intensidad. Sintiendo una vez más tus caricias y tus abrazos, y pudiendo oler de nuevo tu colonia, la cual venía a mi según el antojo de la brisa, la misma que revolvía mi pelo y lo enredaba, haciendo que pasaras tus dedos con suavidad para separarlo de nuevo. He revivido todas las sensaciones de ese verano siempre que veía aparecer un rayo de luz, caer una gota de lluvia o contar una estrella, y eso me ha matado por dentro, rasgándome cada día una parte del corazón que se iba volando esperando encontrarte de nuevo y traerte de vuelta hacia mi. Y la duda me sigue haciendo sufrir. Imaginarme que para ti todo eso no fue importante es como tener un puñal clavado en lo más profundo de mi pecho, como no poder respirar por tener tierra en los pulmones, como no poder andar por no ser lo suficientemente fuerte, como quemarme en cada roce con la realidad. Entonces dime, ¿recuerdas todo eso? Porque yo llevo nueve meses esperando poder revivirlo, a tu lado.


lunes, 14 de mayo de 2012

Cambios.

Piensas que todo está normal, y con normal me refiero a todo lo común que pueden ir las cosas en un mundo de locos como es este en el que vivimos, y que la vida avanza a paso firme con la misma rutina que lleva siguiendo tanto tiempo. Pero, sin que te des cuenta, poco a poco, paso a paso, se ha ido rompiendo por dentro; al principio eran pequeñas grietas, avisos de lo que podría ocurrir se no se arregla el problema a tiempo, después son pequeños pedacitos que se desprenden, dejando un hueco casi insoldable en lo que te rodea, y al final, como broche de oro a la obra de teatro que se representa, todo explota. El fuego del interior de eso que avanza a paso lento explota, incapaz de permanecer retenido por mucho tiempo. Y el mundo se fragmenta, se convierte en pedazos de personas y recuerdos que están vinculados a ellas. Y es cuando te das cuenta de lo que ha pasado, cuando ves a muchas de las personas que te importan llorando y derramando lágrimas que sabes que son en parte por tu culpa, cuando tú abres los ojos. Y el agua se agolpa rodeando tus pupilas para salir, pero aguantas, porque sabes que no tiene sentido. Dicen que has cambiado, que estás alejada, que los ignoras y por tu mente solo corre una pregunta: si todos piensan que no estoy con ellos, ¿con quién estoy entonces? Y no encuentras respuesta, porque te das cuenta de que en realidad estás perdida. Perdida en un lugar en el que ni lo más sencillo es fácil y en el que lo más complejo es imposible de resolver. Perdida en la soledad de saber que tienes a mucha gente que no quiere que la  tengas porque piensan que no te tienen a ti.

domingo, 6 de mayo de 2012

Fantasía e incoherencia.

Estás llegando, tus pasos te dirigen poco a poco y con una lentitud similar al aleteo de un colibrí al lugar en el que tu corazón desea estar. Escuchas como las gotas de lluvia golpean en tu paraguas, produciendo un sonido único, y aumentando el ritmo conforme las nubes descargan sobre la ciudad. El agua que inunda el suelo moja tus pies sin piedad, sin importarle el frío que cala en tus pies, penetrando por los poros de tu piel y llegando a tus huesos. Te acercas y levantas la mano para tocar la verja antes del cristal que forma la puerta.; esa verja de color negro con textura rugosa y que tantas veces has sentido bajo tus dedos. Sacas la llave, de color dorado, y la encajas en la cerradura, haciéndola girar hacia la derecha con rapidez y mientras tiemblan tus manos. Empujas el pomo con mucho esfuerzo, utilizando tus últimas reservas de energía en ese movimiento. Entras, y dejas tras de ti un mundo en el que no queda ni un espacio seco al aire libre. Y entonces te derrumbas. Las piernas te fallan, no pueden soportar el peso de tu cuerpo y el de las lágrimas que recorren tu cara sin parar y te caes. Te arrastras hasta que las frías y duras losetas te paran, dejando que los sollozos desgarren tu garganta produciendo un eco ensordecedor en el portal en el que te encuentras. Sientes la necesidad de chillar, gritas para decirlo todo y que alguien te escuche por fin, pero en lugar de eso, te encoges sobre ti misma y entierras la cabeza entre tus rodillas. A través de tu mente pasa un torrente de pensamientos que llega al corazón por medio de las venas convertido en sentimientos. Y allí se convierten en dolor. El tiempo corre. Pueden llegar a pasar horas hasta que, sin llegar a decidirlo del todo y más bien por instinto, te levantas y te diriges a casa. Vas, pero sin ir; piensas, sin pensar y entras sin saber. En cuanto llegas a tu habitación, ese lugar en el que tantos momentos has pasado, te tumbas en la cama y ahí te quedas, con las marcas de haber estado llorando todavía en tus mejillas y los ojos rojos. No quieres que te vea nadie, quieres ocultarte en tu propio universo y dejar que toda la realidad desaparezca tras una nube de falsa e inventada felicidad. Te sumerges en tu propio paraíso y desconectas de todo lo que se esconde tras tu ventana, por la cual solo entra la luz de las farolas de la calle y el sonido del repiqueteo de la lluvia. Y allí, en un silencio ensordecedor y una oscuridad muy clara, tus labios se curvan en una pequeña sonrisa en la que todo lo malo desaparece y lo bueno se transporta más allá de los sueños y la fantasía.

lunes, 30 de abril de 2012

La felicidad no es inspiradora.

A veces la inspiración se vuela con los recuerdos, desaparece junto con el dolor, se volatiliza al lado de las lágrimas y se funde con los sueños hasta hacerse invisible. Cuando la felicidad recorre tus venas, y las sonrisas se alternan entre sístole y diástole, suspiro y espiro, la imaginación se esconde en el lugar más recóndito de tu mente. Aparentemente, la creatividad se ha vuelto invisible, ha cogido su capa de color desconocido y se ha dejado llevar por el viento hasta lugares lejanos y perdidos por el mundo, donde no puedas encontrarla. En ese momento  piensas que le has dicho, sin querer y con todo el dolor de tu corazón, adiós a la fuerza que creías inalienable y dirigía tus dedos al escribir, al pulsar las teclas, al sujetar la pluma mientras la deslizabas por el papel, creando dibujos con forma de letra. Y, en el fondo de tu ser, escondido en un rincón de tu alma, vagando por dentro de tu cerebro, hay una pequeña voz que te dice que necesitas estar triste para que vuelva, te susurra en el oído palabras envenenadas de mentiras que te comen por dentro como si de hielo ardiente se tratara. Tal vez lleve razón, tal vez no; quizás solo cometa un error al siquiera creer que exista, o quizás sea fruto de mi propia imaginación, que echaba de menos inventar, crear y hacer realidad simples sueños. No puedo saber con certeza cual es la verdadera respuesta, pero ahora tengo por seguro que he cogido toda la valentía y el coraje de mi corazón para escribir, a pesar de ser feliz.


miércoles, 29 de febrero de 2012

Solo quedan recuerdos...

¿Te acuerdas de ese sitio? Ese prado, rodeado de árboles, con su banquito de madera en el que daba miedo sentarse. Era otoño cuando lo visitamos por primera vez. Nadie podía salir ese día, estábamos solo tú y yo, y ninguno tenía ganas de quedarse en casa encerrado y aburrido; ¡ya habría tiempo de eso cuando empezara a llover! Fuimos a dar un paseo. Nos reíamos, me contaste lo que habías hecho por la mañana y lo productivo que había sido ese Sábado para ti. Me escuchaste en silencio y solo me abrazaste cuando te dije que la noche anterior había estado llorando. Y sin darnos cuenta, cada vez andábamos mas cerca, poquito a poco, centímetro a milímetro, inspiración tras espiración. Tu mano entonces rozó la mía, fue un momento incómodo y entonces te decidiste a cogerla. No quedaba apenas camino para llegar pero, aún así, yo me dejé. Me sentía bien con el calor de tu piel, estaba suave y era reconfortante. Entonces apareció ese pequeño espacio vacío de árboles en mitad de la nada, que nunca antes habíamos visto. ¡Perfecto! Las hojas de los árboles se habían caído y cuando andabas las escuchabas crujir bajo tus pies, siempre he amado ese sonido. Nos sentamos en unas piedras pero no nos soltamos. Me apoyé sobre tu hombro y me acariciaste el pelo. Era extraño, nunca habíamos sentido nada mas que amistad el uno hacía el otro. Pero, en ese momento, al levantar la vista y mirarte a los ojos me di cuenta de que nada volvería a ser como antes. Tú también lo notaste y te acercaste a mi cara. Tus labios se pegaron a los míos, como si de imanes se tratasen y me dejé llevar a un mundo de fantasía y amor. Ahí empezó todo. Mi corazón se aceleraba al verte, mi vello se erizaba al sentirte, mis labios pedían mas de ti. Pero pasó lo que siempre pasa, el tiempo. Y los sentimientos se enfrían y dejan de renacer en nosotros a cada segundo. Y bueno, aquí estoy de nuevo, recordando cada momento. Fueron bonitos, al menos para mi. ¿Y sabes ese día que me dijiste "te querré siempre, no te puedo prometer que de la misma forma, pero siempre te querré. Que nunca se te olvide" y te dije que yo también? Pues cumplo mi promesa, ahora no eres lo que fuiste, pero siempre serás parte de mi corazón. Porque nunca olvidaré a una persona que me impedía llorar y me obligaba a sonreír con solo una mirada; y que me ha regalado su alma en besos; que me ha hecho estremecer con sus caricias; que me ha hecho suspirar de felicidad...

lunes, 20 de febrero de 2012

Aprendí a ser fuerte.

-¿Ves a esa chica? Esa que llora en la esquina, que tiene el maquillaje corrido y los ojos rojos. ¿La ves? Tiene el corazón roto. 
+¿Por quién?
-Por un estúpido que le dijo que la quería, pero nunca lo demostró. Y ella se lo creyó, porque estaba ciega.
+¿Y qué mas ha pasado?
-Él decidió dejarla. Romperle el corazón. Jugar con ella. Le hizo regalos, le dio besos y abrazos, pero nunca amor.
+¿Y por qué seguían juntos?
-Porque ella no se daba cuenta. No era capaz de ver el daño que él le hacía. 
+¿Acaso no sentía todo el dolor de a quién la persona que ama le falla?
-Lo sentía, pero dejarle ir era mas difícil. Sabía que lo perdería para siempre, y lo necesitaba para vivir. Era su aire, era su oxígeno.
+¿Y tú como sabes todo eso?
-Porque el otro día era yo la que estaba en esa esquina llorando por ti.

miércoles, 15 de febrero de 2012

¡QUÉ LOS ENAMORADOS SIEMPRE SEAN FELICES!

¿San Valentín? Para mi no es mas que un día, uno cualquiera. De esos que te levantas por las mañanas temprano y muerta de sueño, te vistes estando medio zombie, desayunas sin saber que es lo que comes y te vas a clase. Es uno de esos días en los que el frío de las horas tempranas te congela la cara y las manos y te corta los labios. Las horas pasan lentas, viendo a los enamorados decirse lo mucho que se quieren y a los que no, se declaran. Claveles, rosas, canciones de amor, cartas con poemas, 'te quieros', 'te amos', 'te necesitos'. En cada esquina hay una pareja demostrándose su amor, en cada rincón dos personas dando todo de su corazón. ¿Y yo? Yo ando tranquilamente, de una aula a otra, dando clase sin nadie a quien abrazar, besar, demostrar mi amor o regalar flores. Y me da igual. Con el paso de los años, todos los catorces de Febrero, me han enseñado que el amor no se demuestra un solo día cada 365, sino que se muestra a cada instante. El amor no entiende de fechas, ni de regalos; el amor entiende de locuras y cosas imposibles. Yo entiendo de amor, y para mi San Valentín, es poco mas que el santo de los Valentines.

domingo, 12 de febrero de 2012

Capítulo cuatro.

Llamaron a la puerta. No le apetecía nada abrir, pero no había nadie en su casa y no tenía mas remedio. Fue lentamente, esperando que quién quiera que se encontrase al otro lado se fuera y sabiendo que si de verdad era algo importante se quedaría. No se le ocurrió observar a la persona que se encontraba en el otro lado de la puerta a través de la mirilla y cuando giró la llave, se dio cuenta de que mas le valía haberlo hecho.
-Hola princesa. Llueve un poco, ¿puedo pasar? - Sonreía. Su mente solo le daba vueltas a una pregunta, y sus labios la hicieron real.
-¿Por qué? - Sus ojos no denotaban ninguna expresión, estaban vacíos y sin alma como antes de conocerlo.
-¿El qué? ¿Por qué he vuelto, por qué me fui o por qué nunca he dejado de quererte y pensar en ti?-Ya no sonreía, pero podía apreciarse que se lo estaba pasando bien, disfrutando con aquella situación. Eso la desesperaba.
-Por qué me rompiste el corazón. Por qué te fuiste tan rápido, diciéndome que estar conmigo había sido un error. Por qué me dejaste de esa forma, ¿es qué no eres ni un poco valiente como para hacerlo en persona? ¡Por teléfono! ¡El amor de mi vida me deja por teléfono, se lleva mi sonrisa durante un año entero y regresa pidiendo que le perdone, que siempre me ha querido y que no debió de haberme hecho sufrir! ¡¿Pero quién te crees que eres?! ¡Eres un estúpido! - Su mirada había cambiado. Estaba furiosa, ¿por qué iba a ocultarlo? La habían tratado mal, su corazón estaba partido en mil pedazos, y la lluvia la alteraba.
-Tranquilízate, tengo respuestas para todo, pero necesito pasar, hace mucho frío aquí. -Lo decía de verdad, pero ella también fue sincera cuando habló.
-¿Sabes qué? Mójate. Esta lluvia no son mas que las lágrimas que yo he derramado por ti. ¿Y para qué engañarnos? Ahora estaba llorando, sí, por ti, pero no quería que volvieras y no te voy a dejar volver. ¿Has sido muy especial? Nadie lo duda. ¿Has sido mi primer amor? No te lo voy a negar. Pero no eres el amor de mi vida; mas bien eres el mayor sufrimiento que he sentido. No voy a dejar que aparezcas de nuevo como si nada, las segundas partes nunca fueron buenas. ¡Ah! Y cuidado, no te vayas a resbalar con algún charco.
Cerró la puerta. Dejó atrás su pasado. Avanzó hacia el futuro. Sonrió, ahora podía ser feliz. Por fin le había dicho 'adiós' en persona. ¡Se acabó! Su existencia ya no era motivo para estar triste, ahora era ella la que lo dejaba abandonado y a su suerte. ¡Hasta siempre lágrimas, hola felicidad!

Capítulo tres.

Aquella fue la primera noche que pasaron como lo que desde entonces serían. Pasaron muchas mas noches, mas tardes, mañanas, besos, abrazos. Pero ella fue la que sufrió. Cada instante a su lado de taladraba el corazón  mas y mas profundo. Y la vez que él desapareció de su vida... No tenía un recuerdo mas doloroso que ese.
El teléfono empezó a sonar mientras estaba en la ducha, preparándose para salir con él. Su pensamientos divagaban entre la ropa, el peinado y el maquillaje cuando escuchó el sonido de la llamada. Salió corriendo con la toalla, se tumbó en la cama y lo cogió.
-Antes de nada, todavía no estoy preparada y me queda mucho rato, así que no llegues temprano como otras veces. ¿Vale?- No paraba de sonreír, le encantaba escuchar su voz y pasarse horas y horas sin colgar.
-No voy a poder ir. -Dijo en un tono de voz muy grave, incluso mas que cuando tenían sus pequeñas peleas.
-¿Y mañana? - Se había asustado, pero intentaba mostrar tranquilidad, podía ser cualquier cosa.
-Tampoco... - Su voz se ahogó y se convierto en apenas un susurro.
-¿Qué es lo que pasa?-Logró pronunciar.
Minutos, todos en silencio, y entonces lo dijo.
-Me he ido, y no creo que vuelva. No me vas a volver a ver, este es el fin. Todo ha acabado. Lo siento, fue una tontería empezar con esto.
Colgó el teléfono en ese instante y no volvió a llamar. Se quedó paralizada, sin saber que hacer. ¿Se le había parado el corazón? ¿Respiraba?
Durante una semana no fue capaz de hablar con nadie, comer o dormir. Su padres la llevaron al médico y a todos los psicólogos que pudieron. Hasta que un día se levantó decidida a olvidarle. No volvió a pronunciar su nombre, a pensar en sus ojos, a escuchar su voz, a soñar con él.
Pero ahora hacía un año, un año de que esa muñeca entrara en su cuarto y su comprador en su corazón.

sábado, 11 de febrero de 2012

Capítulo dos.

Ese recuerdo la estaba matando, porque significaba el principio de mucho sufrimiento. Una lágrima bajó por su mejilla al mismo tiempo que una gota atravesaba desde el principio hasta el final el cristal de la ventana. Recordó los buenos tiempo, los momentos con sonrisas y felicidad que todavía conservaba en su memoria. Él había sido tanto para ella, había significado lo mas grande... Quién le iba a decir, que tres meses después de conocerse, le pediría lo que le debía.
-¿Hacemos hoy el trabajo de filosofía o lo dejamos para mañana que han dicho que va a llover?
-Yo...prefiero dejarlo para otro día. -Dijo él un poco confuso, con las ideas de su mente desordenadas, desorientado.
-Vale. ¿Quieres qué hagamos algo hoy?
-¿Tienes ganas de sorprenderte?- Levantó la vista por fin, tenía los ojos brillantes, determinados. -Esta noche, a las ocho, voy a por ti. Pero será en secreto, saldremos por la ventana.
-¿En serio? Lo que tú digas, pero parece una tontería.
Pero él ya no la escuchaba, le había sonado el teléfono y se alejaba hacia su casa con paso tranquilo. Suspiró. Se moría por sus ojos, por formar parte de su vida. Su personalidad le desconcertaba, unas veces parecía que estaba enamorado de ella, otras que la odiaba. Se alejó a su casa, emocionada y nerviosa por esa noche.
Era la hora y todavía no había llegado. ¿No pensaba venir? Pero su corazón se aceleró al escuchar algo fuera de su casa.
-¿Vienes, princesa?- Sonreía con felicidad, pero se le denotaba el nerviosismo en los ojos y en el temblor de la mano.
-Por supuesto, mi príncipe. -Una sonrisa apareció en sus labios y por un momento parecían parte de un cuento de hadas de verdad.
No sabía como podía recordar aquello y sonreír todavía. Esa había sido una de las mejores noches de su vida, sino la mejor. La había llevado por las calles del pueblo, desierto por el frío. Iban cogidos de la mano, como una pareja de enamorados que se van a su lugar secreto, pero hablaban como amigos y no eran mas que eso.
Al cabo de casi una hora, llegaron a un jardín. Había mantas en el suelo y velas alrededor. Todo era para ella.
-¿Nos tumbamos?
Estaban congelados, muertos de frío y de nervios. Recordar como miraron las estrellas durante horas le hizo alzar la mirada hacia las nubes que cubrían el cielo de aquella tarde. No había luz, ni Luna, ni Sol; solo podía ver sus ojos verdes mientras pronunciaban las palabras que para ella eran las mas bonitas del mundo.
-Quiero que me des lo que me debes.
-¿Por la muñeca?- Se había convertido en su mayor tesoro, jamás había querido a nada tanto como a ese regalo, jamás había querido a nadie como lo quería a él.
-Sí.-Ella lo miró expectante, sabiendo que lo que le pidiera se lo daría.- ¿Puedo pedir dos cosas?
-Solo si tú me das algo a cambio. -Sonrío con picardía.
-Mm...Quiero una promesa, quiero que me prometas que siempre me querrás, y quiero un beso. -A la luz de las velas se pudo apreciar lo pálido que se había quedado y lo mucho que le costó decir esas palabras.
-Te quiero, te he querido y te querré para siempre, prometido.
Y se lanzó a sus labios, dándole el beso que ambos esperaban recibir del otro.

jueves, 9 de febrero de 2012

Capítulo uno.

Miró a través de la ventana. Veía las gotas de agua caer a través del cristal y jugaba con ellas. Las perseguía con el dedo, recorriendo el mismo camino y volviendo a empezar cuando se acababa. El nuboso y grisáceo cielo del exterior le hacía recordar la primera vez que lo vio. Era una tarde como aquella, con menos lluvia, pero igual de sinsentido. Había salido a dar un paseo, uno de esos muchos en los que nunca le pasaba nada y siempre observaba el mismo paisaje urbano y sin alma. Andaba con lentitud pero sin detenerse, sin preocuparse de los cotilleos de los vecinos sobre su pelo, su vestimenta o su mirada perdida. Entonces reparó en una tiendecita de antigüedades en una esquina, pero sobretodo se fijó en una muñeca pelirroja. Se quedó hipnotizada mirando el juguete cuando alguien la interrumpió. Ahí estaba él, su preciosa sonrisa se vislumbraba por las comisuras de sus labios; su pelo, una media melena rizada de un tono rubio oscuro, se encontraba revuelta por el viento y la humedad ; y sus ojos verdes, oscuros y profundos como la selva, se habían quedado mirando la misma muñeca que ella.
-¿Qué es lo que miras?- Preguntó curioso y divertido al mismo tiempo.
-La muñeca. -Dijo señalando al escaparate y al pelo rojo que la identificaba.
-¿La qué se parece a ti? Si es un regalo para tu hermana está muy bien pensado, así siempre te recordará.
-No. Se parece a una que tuve cuando era pequeña. Nunca jugaba con ella, pero siempre me defendía de los monstruos de de debajo de mi cama.-Una sonrisa apareció en sus labios al recordarlo.
El chico no respondió. Iba a reemprender la marcha cuando se paró en seco al escuchar sus palabras.
-Si quieres te la regalo.
-¿Cómo dices? Te recuerdo que no te conozco de nada.
-No importa, es un detalle. Si estás en el instituto de aquí nos veremos, y me gusta empezar las cosas con buen pie. ¿Qué me dices? Un regalo por otro regalo.-Pero ella estaba asustada, y él se lo vio en la cara- Tranquila, no te voy a hacer nada. Solo es si quieres.
-Vale. ¿Qué me vas a pedir a cambio?
-Ah. Eso todavía no lo sé. Ya lo averiguarás.Quédate aquí, ahora vuelvo. 
Se quedó esperando fuera durante unos minutos que se le hicieron eternos. La incertidumbre de averiguar que sería lo que le pediría a cambio, si le traería la muñeca de verdad, quién era, por qué a ELLA. 
Y le trajo la muñeca.

domingo, 5 de febrero de 2012

Y sino blanca y negra, color sepia.

Cuando la realidad se torna blanca y negra, y las lágrimas tapan las sonrisas. Cuando el mal vence al bien, y el amor no supera cualquier obstáculo. Cuando no te sale la voz, y las palabras desaparecen sin dejar rastro. Cuando lo único que es capaz de acompañarte son las canciones lentas, y las nubes ocupan tu cielo. Cuando el sueño invade tus ojos, y la tristeza te impide dormir. Cuando lo que parecía real es mentira, y las mentiras se vuelven realidad. Cuando te despiertas cansado, habiéndote acostado con lágrimas en los ojos, habiendo dormido de hito en hito, habiendo soñado pesadillas. Cuando la persona a la que mas quiere se vuelve una extraña y la que menos esperabas se convierte en tu confidente. Cuando la vida da mil vueltas, cuando la noche y el día se alternan cientos de veces, cuando mas tristes estás, es cuando valen mas las sonrisas que regales.

domingo, 22 de enero de 2012

Ironías.

-Vamos a bailar.
+¡Yo no sé bailar!
-Es sencillo, vamos. Solo tienes que dejarte llevar. Yo te guiaré.
+¿Ves? No sé moverme, no puedo seguir el ritmo de la música.
-Sigue mis pasos. Derecha, izquierda. Adelante, atrás. Con suavidad, sintiendo cada una de las notas. Mas lento, acércate a mi.
+¿Qué pasará cuando acabe este baile?
-Que te besaré.
+¿Y después?
-Que te besaré, más.
+¿Te irás?
-No podría. Nunca sería capaz de alejarme de mi compañera de baile. Recuerda que soy un hombre de palabra.

miércoles, 18 de enero de 2012

Sonríe, solo porque puedes.

Sonríe. Por todos los momentos felices que has vivido a lo largo de la vida. Sonríe porque no importa las malas experiencias del pasado. Sonríe, en todo momento. Sonríe para vencer a tus enemigos. Sonríe para iluminar el camino oscurecido por las sombras de las lágrimas. Sonríe para demostrar que vales mas que las cosas que te intentan derrumbar. Sonríe para que todos vean lo fuerte que eres. Sonríe, porque eres única y especial. Sonríe porque tus defectos te hacen perfecta. Sonríe y que nada te desvíe del camino a la felicidad. Sonríe porque tienes razones, porque tienes una sonrisa preciosa y porque puedes. 

viernes, 6 de enero de 2012

Las cosas cambian, pero yo seguiré aquí para ti.

Estoy aquí, para ti. Aunque no lo creas. Las cosas pueden haber cambiado mucho, tal vez demasiado, pero si tú eres feliz así, yo lo soy también. Que no se te olvide nunca eso. Puedo parecer enfadada o molesta contigo, pero en realidad solo estoy triste: te echo mucho de menos. No me he movido ni un centímetro del sitio en el que estaba antes, a tu lado. Y ahí me voy a quedar, para siempre. No importa lo que pase y lo que nuestro alrededor cambie, tú siempre serás igual de importante para mi de lo que eres ahora. Es así la realidad. A veces puede parecer distinta, pero siempre que pienso en mi mejor amiga pienso en ti. En tantos buenos momentos juntas, tantas risas cuando no debíamos hacer ruido, tantas confesiones y ganas de hablar la una con la otra, tantas palabras, tanta confianza. Pienso en todo lo que daría por volver a pasar mas tiempo a tu lado, cuando nos alejábamos de todos para estar las dos solas y hablar en voz alta sin problemas. Todo eso fue hace muy poco, y parece que pasó hace muchísimo tiempo. No importa todo lo que haya pasado desde hace unos meses, sigues siendo mi mejor amiga, y no te olvides nunca de eso.

jueves, 5 de enero de 2012

Esa felicidad que a tu lado siempre está.

Levántate de donde estés. Deja de hacer lo que hagas. No digas ni una palabra más. Ve a tu habitación. Cierra la puerta. Pon música, tu música favorita, esa que tiene un mensaje precioso o una melodía perfecta. Cierra los ojos. Túmbate en la cama. Respira profundamente. Suelta el aire. Siente cada una de las notas. Deja que su sonido te transporte a otro mundo, el mundo de las cosas que no dices pero sientes. Hay dolor, tal vez demasiado, olvídate de él. Hay lágrimas, la mayoría derramadas por nada o por alguien que no se las merecía, ignóralas. Hay una tristeza muy profunda producida por una gran pérdida, ni te pares a pensar en eso. ¿Ves? Allí al fondo, una pequeña cajita. Brilla, es muy especial, está casi escondida en lo mas profundo de ti. Acércate a ella, no dejes que se aleje de tu vista ni un momento. Céntrate en ir a por ella. Cógela, con cuidado, es frágil. Ábrela. Ahí la tienes, ahí tienes la felicidad que tanto esperabas. Esa felicidad que se encuentra dentro de ti y que solo tienes que saber encontrar. Esa felicidad pura que se volverá a esconder en su pequeña cajita en un rincón olvidado en cuanto algo la asuste, pero que te dará fuerzas para seguir adelante durante mucho tiempo.

miércoles, 4 de enero de 2012

Tontos, todos, todos tontos.

Los adultos dicen que el mundo es muy difícil, que ya aprenderé cuando sea mayor, que ya entenderé todo cuando crezca, y que mientras disfrute de mi infancia, que una vez se va no vuelve. ¿Es qué son tontos todos o qué? ¡Los que no saben nada son los adolescentes! El otro día espié el diario de mi hermana y ponía: 
"Querido diario,
                       Todo ha cambiado desde la última vez que escribí. ¡Y fue tan solo hace un día! Le he confesado todo lo que sentía, lo que recorría mi mente, lo que no deja dormir a mi corazón. Le he hablado de todas las lágrimas, las sonrisas y de todas las veces que he ido corriendo por la calle de al lado para encontrarme con él. ¡Patético! Lo sé, pero no he podido evitar hacerlo una vez he empezado. Después nos hemos quedado en silencio sin saber qué decir, y entonces él me ha besado. Pero yo me he apartado y he salido corriendo después. No he podido quedarme ahí sabiendo todo el daño que me va a hacer. No puedo quererle más. No puedo dejar que él me quiera. No puedo seguir con todo esto que está pasando. Y sé que te prometí que no volvería a llorar, pero no he podido cumplirlo. Él me quiere, y yo a él, eso ha quedado demostrado; pero es imposible lo nuestro, somos demasiado distintos.
                                                                                  Hasta mañana."
¿Es tonta o solo se ha golpeado muy fuerte la cabeza? ¡¿Cómo puede dejar que su amor se vaya, solo porque son un poco distintos?! ¡Qué los polos opuestos se atraen y eso lo sé hasta yo! Lo quiere mucho, yo la he visto llorar, y él a ella también, que me he fijado en como la mira. Con los ojos mas dulces del mundo. La  toca como si fuera una de las muñecas de porcelana de mamá, que si quieres jugar con ellas tienes que tratarlas con delicadeza. ¡Tontos, todos, todos tontos! Sí la persona a la que quieres te quiere a ti, tienes que estar con ella. ¿Qué es mas importante qué el amor? Será eso lo que comprenderé cuando sea mayor, porque es lo único que no entiendo de los mayores, que nos enseñan a perseguir nuestros sueños, pero ellos no los siguen. 

martes, 3 de enero de 2012

Tú.

Me enseñas que lo que parece la mayor locura, solo es lo que mas feliz te va a hacer. Que lo que puede parecer una tontería a simple vista, es lo mas bonito que nadie puede hacer por ti. Me enseñas a enfrentarme a mis miedos, a mis penas, a las cosas que no me gustan. Me enseñas a ganar y a conseguir lo que quiero aunque me cueste mucho esfuerzo y trabajo. Eres el pilar que sostiene mi felicidad y te has hecho imprescindible para mi. Eres esa persona en la que pienso cuando hablan de 'amor'. Tus palabras me dan fuerzas para seguir adelante, tus sonrisas me hacen olvidar el mundo por un instante. Eres tú, con todos y cada uno de tus defectos y virtudes, la razón por la que cada mañana me levanto con un motivo para sonreír.

lunes, 2 de enero de 2012

Y dos extraños se miran a los ojos sin pararse a saludar.

¿Recuerdas esos paseos por los bulevares nevados a finales de diciembre? Ese mes fantástico que pasamos juntos, cada uno de los momentos que ocurrían bajo la nieve y el frío. Todas las sensaciones que recorrían nuestros cuerpos, el calor que nos invadía al estar juntos. ¿Has olvidado todas las promesas? Cada una de las palabras que salían de tu boca, las cuales ahora sé que eran todo mentiras. Los dulces abrazos, los suaves besos, las débiles caricias. Infinidad de sonrisas a pesar de la temperatura de nuestro alrededor, labios cortados que se juntan en un momento de amor intenso. ¿Dónde queda todo eso? En el paraíso perdido de lo que sentíamos, olvidado en la esquina de lo prohibido. El humo del dolor disipa todo rastro de amabilidad entre nosotros, y no queda nada de lo que en su día parecía algo grande. Y ahora nos miramos, y solo vemos una persona cualquiera, una que nos hizo daño pero que vemos andar por la calle y no nos paramos a saludar. Y, a pesar de todo, echo de menos estar tanto tiempo contigo. ¿Por qué cuando el amor desaparece la amistad se va volando para no volver?  

domingo, 1 de enero de 2012

FELIZ AÑO 2012

Esta es una entrada un poco especial, porque no es un texto normal sino una felicitación a todas las personas que visitan mi blog y que hacen de él un blog mas popular gracias a sus visitas. Feliz año a todos y espero que reunáis tantos recuerdos buenos como yo reuní el año pasado, ¡y que sigáis disfrutando de cada uno de los momentos que representan como lo disfruta un enamorado!

El 2011 para mi ha sido un buen año y con fantásticas etapas. Empecé el año con la creación de este mi pequeño rincón de escritura, que me ha traído todo el año como loca pulsando teclas y haciendo redes sociales -el vicio que le he pillado a twitter es exagerado. Después fui a un fantástico viaje a Londres con mi clase, donde están la mayoría de mis amigas, pero no todas; aunque ellas viajaban también en nuestro corazón. P.D. ¡Una ciudad preciosa! Si podéis ir algún día, no os lo penséis dos veces. Después vino un verano, uno delos mejores; fantástico e irrepetibles en el que pasaron muchas cosas, unas buenas y otras que no se acercaban de lejos a serlo, pero al fin y al cabo lo que importa son las cosas que nos hacen sonreír. Y por último, una etapa demasiado rara para mi, pero muy especial por muchas cosas.
Ese ha sido mi año resumido, espero que me contéis el vuestro y los propósitos que tenéis para este que ya ha entrado. ¡FELIZ AÑO 2012!
P.D.2. Os quiero.