domingo, 20 de febrero de 2011

Uno y uno no siempre son dos.

-¡Eh! Alegra esa cara, no te quiero ver triste, ¡nunca más!
+No puedo...No tengo fuerzas para nada. Él era mi vida, y ahora ¡no está!¿Qué pretendes qué haga?¿Qué ría?¡Eh, venga, vamos a sonreír que se ha ido de mi lado la persona que mas he querido del mundo!No va a volver, se ha ido para siempre,y con él se han ido mis fuerzas, mis ganas de vivir, de ser feliz y mi sonrisa...
-¿De verdad crees que voy a dejar que sufras, por ¡ese!? ¡No, jamás! Te mereces a alguien mucho, muchísimo mejor.
+Pero es que yo no quiero a alguien mejor ¡yo le quiero a él!
-Pues yo voy a cambiar eso.
+¿Cómo?
-Enseñándote que después de la tormenta, siempre sale el sol, y acaba secando todas las lágrimas y haciendo deslumbrar todas las sonrisas.

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