domingo, 20 de febrero de 2011

Cerremos puertas, abramos ventanas y elijamos el camino.


-Estoy ¡tan! cansada de que se me cierren las puertas...No sé si lo mejor será que me quede dentro de la habitación sin intentar salir nunca...
+Pero¡¿qué dices?!¡¿Estás loca?!
-Sí, tal vez esté loca, pero es lo que siento.
+No lo vuelvas a decir. Si se te cierran las puertas, abre ventanas y ¡sigue cerrando puertas! Porque si puedes cerrarlas significa que en algún momento han estado abiertas. Y sí, has desperdiciado una oportunidad, pero estás creando tu propio camino; eligiendo las puertas por las que salir o entrar y las ventanas por las que mirar el exterior.
-¿Y si es mi corazón el que me cierra las puertas? ¿Qué hago?
+Pues es muy fácil. Todo lo contrario a aislarte. Salir por donde que sea y conocer gente nueva. Gente nueva que ocupe el vacío que esa persona ha creado. Y seguro que entre esas personas encuentras a una mejor que te de la llave para abrir o cerrar las puertas que tú quieras.

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