domingo, 24 de febrero de 2013

Definitivo adiós.

Si has llegado aquí de cualquiera de las formas, no esperes nada nuevo, esté es el definitivo adiós. Todo lo que alguna vez fue, seguirá siéndolo, pero este es un pasado que se ha quedado sin presente ni futuro. Como dijo Alberti, me aburro. 
Solo se puede hacer dos cosas con el  pasado: recordarlo u olvidarlo. 

viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Quién soy?

Soy esas mariposas que te recorren el estómago y te obligan a sonreír.
Soy ese brillo en lo más profundo de tus ojos que intentas esconder.
Soy ese pestañeo y el rubor que se dibuja en tus mejillas.
Soy el rápido palpitar de tu corazón.
Soy la respiración que contienes cuando lo ves aparecer.
Soy las lágrimas que derramaste pensando que nunca sentiría lo mismo.
Soy la almohada que las recibía.
Soy el precioso conjunto que llevabas en la primera cita.
Soy la película que siempre quisiste ver a su lado.
Soy ese sueño que siempre has querido hacer realidad.
Soy ese recuerdo que conservas bajo llave en tu memoria.
Soy el corazón de la esquina de tu agenda.
Soy el pintalabios rojos que llevabas cuando lo ibas a ver.
Soy el deseo que lleva su nombre.
Soy un nombre en un papel quemado.
Soy una llama que te recorre y te quema, pero te mantiene viva.
Soy aquello por lo que luchas, y aquello por lo que estarías dispuesta a darlo todo.
Soy la más alta torre, del más recóndito castillo.
Soy el dragón que custodia lo que hay allí.
Soy el amor que guardas encerrado.
Soy los secretos que no dijiste por miedo.
Soy el miedo en sí.
Soy la estrella que pensaste que brillaba tanto como él.
Soy el susurro de tu amiga al verlo pasar.
Soy el mechón de pelo que tocas cuando está cerca tuya.
Soy la colonia que te echas porque sabes que le gusta.
Soy sus ojos reflejados en los tuyos.
Soy la brisa de aire que se agita cuando lo ves.
Soy tu corazón.
Soy tu mente.
Soy la pelea que mantienen.
Soy el sí.
Soy el no.
Soy el quizás.
Soy el "mejor no".
Soy el "pero y si..."
Soy nada y soy todo.
Soy amor, soy odio, soy ignorancia, soy felicidad, soy tristeza, soy la sangre que pasea por tus venas y soy el aire de tus pulmones, soy fuerza y soy debilidad.
Soy, porque siento, ¿y tú, eres o solo existes?

jueves, 18 de octubre de 2012

Fact-Fiction

Soñamos con soñar sueños más grandes.
Páginas en blanco. Tinta derrochada. Bolas de papel. Suspiros lanzados a un frío aire de invierno. Calor repartido en abrazos. Ideas desaparecidas. Locuras en la cama. Sábanas que perdían su color con cada lavado. Llamas de pasión que se reavivaban con besos. Caricias que producían terremotos en el corazón. Mariposas que revoloteaban dentro de un estómago vacío con tan solo una mirada. Hielo derretido, comida fría. Gritos, cojines arrojados, jarrones derribados; flores muertas... ¿Dónde quedó todo aquello formada por ladrillos de confianza?
[Se lo llevaron los secretos, las mentiras, los errores, el orgullo nos ganó la partida y la jugada]
¿Qué nos llevó a deshacer el tiempo y volver al odio, qué nos llevo a deshacer el amor? ¿Por qué tuvimos que abandonar a su suerte nuestros recuerdos? Pueden encontrarse con el olvido y que todo acabe blanco y negro...



viernes, 12 de octubre de 2012

"El regreso de las sonrisas."

"Vengo a decirte que me equivoqué, que cometí el peor error, pero que quiero recuperarte. Eras especial, única, increíble, sincera, brillante... Allá donde fuera, tú me acompañabas, iluminando todo aquello a lo que mi débil corazón se aferrara. Cada vez que te veía, me hacías sentir diferente por tenerte, más fuerte, poderosa, capaz de derribar toda barrera que se interpusiera en mi camino. Y por una simple equivocación, poco más que un error para el olvido, te fuiste. Desapareciste sin dejar más rastro que el recuerdo de ese dolor de mejillas, o el cosquilleo en el estómago de una felicidad imposible de ignorar. Pero vuelvo a estar preparada para ti. 
Así que dime, sonrisa, ¿estarías dispuesta a volver a mis labios si prometo no más lágrimas?"

jueves, 6 de septiembre de 2012

"La frustración pone las lágrimas en los ojos, el dolor las deja caer."

Tuvimos nuestro momento, creamos nuestros recuerdos. Hicimos nuestra amistad, resurgimos de las cenizas de nuestro dolor. Nos mantuvimos con la cabeza alta, con nuestros pequeños pies fijos en el suelo. Permanecimos ahí, juntas, inseparables, indomables por el cruel mundo que nos rodeaba. Risas, lágrimas impedidas, conversaciones a altas horas de la noche, madrugadas hablando, abrazos de reencuentro, miradas que lo decían todo sin decir. Rabia, furia retenida, palabras frías que calmaban el fuego de los errores. Pero astillas de mentiras y secretos se colaron en nuestra pequeña gran cosa, se clavaron en nuestras manos unidas por tantos segundos vividos. Durante un instante que durará la eternidad paramos el tiempo, ¿lo recuerdas? Valió la pena la difícil subida, imposible para algunos que nunca llegaron tan lejos como nosotras lo hicimos. El verde de la esperanza nos rodeaba, y la sensación de que sería infinito nos invadía. Una suave brisa de felicidad golpeó la joven tez de nuestras caras, dibujando una sonrisa en ella. Imposible de olvidar, al menos para mí. 
Con el paso de los años se aprende que las personas cambian, pero afortunadamente los recuerdos no lo hacen. El viaje que emprendimos juntas y que ambas sabemos que aquí ha acabado siempre permanecerá en mi memoria, anclándome a aquello que realmente importa. Anclándome a ti y a todo lo que un día significaste. Espero que no sea un adiós, sino solo un hasta luego; porque las grandes amistades, no desaparecen por muy débil que parezca el hilo que las une.  

domingo, 12 de agosto de 2012

Increíble, ¿no?

¿Qué tienen en común el suave aleteo de una inocente mariposa, una chispa desprendida del roce de dos piedras y una mirada? Que los tres pueden provocar grandes cosas desde ínfimos principios.
Dicen que cuando una mariposa bate sus alas, en el otro lado del mundo se crea un huracán.
Han demostrado que cuando esas dos superficies se tocan de una forma especial, el resultado de ese pequeño gesto puede llegar a incendiar todo el bosque del que provienen.
Y cuando dos ojos se encuentran, y el destino les tiene preparados un plan especial, puede suceder que aparezca el amor... Y no hay nada más grande que eso.
Ese sencillo y primer momento en el que las pupilas de uno miran a las del otro, sin importar si es chico o chica, sin importar la edad, sin importar las diferencias; simplemente iris contra iris, color contra color, corazón contra corazón, mente contra todo lo anterior.
A veces la llama no quema el interior de la persona desde el mismo principio, en muchas ocasiones se mantiene cautiva en una caja de metal infundible. Pero siempre hay un defecto de fabricación que permite a un poro abrirse, y dejar que el oxígeno que necesita para crecer llegue a ella, formado por miradas, sonrisas, dulces palabras, suaves caricias...
Y entonces todo explota. El metal que recubre el amor desaparece y este se expande por cada vena del cuerpo, por cada arteria, por cada célula. Y las neuronas están cada vez más enfadadas, porque el corazón late demasiado deprisa cuando sus ojos aparecen, o su olor es captado por la nariz, y si el sabor de sus labios es percibido incluso llega a pararse de la emoción; pero ellas lo saben, están seguras de que tras toda esa felicidad hay algo de sufrimiento, y lo advierten, pero ni el estómago las escucha, con todas esas mariposas revoloteando a su alrededor.
Y ese es el amor, único, especial, infantil, cambiante, irregular, sencillo, complejo, intranquilo, curioso, perfectamente imperfecto... Con sus miradas que provocan llamas y transportan mariposas a la barriga, con las consecuencias de las tres cosas, con su relación, con su amistad, con su juego de conexiones entre ellas...
¿Curioso, verdad?

sábado, 21 de julio de 2012

ORIGEN

[4]
Me mira con sus ojos color cielo y el ceño fruncido, mostrando la preocupación que antes nunca aparecía por su rostro. Entonces desciende su cara y se gira, poniendo en funcionamiento el tocadiscos que tanto tiempo atrás había reproducido la melodía de nuestra canción. Summer Girl empieza a sonar, con los acordes que relatan la historia de lo que él y yo vivimos.
-¿Cuál es tu nombre?
-A ti no te importa pirado. Anda, vete por ahí con alguna de las rubias. Mira, una de ellas te ha echado el ojo. Es guapa, detrás la tienes. Adiós.
-Eh, que a mi me gustan las morenas. Además, que yo no quiero una tía de esas. Yo soy un príncipe y busco una princesa, ¿estarías dispuesta? 
Pienso en cómo me fue imposible resistirme, evitar caer en sus redes. Y tiempo después, tras muchos meses, le fallé. No estuve ahí para él, como me hubiera necesitado. Y lo perdí, desaparecido para siempre, alejado de mi lado, fuera de mis brazos... Y todo por mi culpa. Los ojos se me emborronan y me acuerdo de mi decisión. Me obligo a retener las lágrimas y vuelven a mi interior como fuego extraído directamente del núcleo terrestre, abrasándome por dentro. Me levanto de la cama en la que me hallo tumbada y me acerco al reproductor. Continúa girando, pero las notas no se desprenden ya de él. Lo muevo y vuelve a sonar la canción que tanto evoca en mí. Bajo los párpados y nuestra historia reaparece en mi memoria como si hubiera llamado a un perro fiel. Y cuando la luz vuelve a penetrar por mis pupilas, veo la carta con mi nombre escrito en ella, de su puño y letra. La cojo con la mano temblorosa y cuando me la acerco al corazón, me derrumbo en un llanto de dolor.